Segundo western protagonizado por Gregory Peck, con un guion brillante que trataba el avance de las colonias norteamericanas contra los indios. El capitán Richad Lance es injustamente acusado por su novia y sus hombres de la muerte del apreciado teniente Holloway, asesinado por los indios. Con un pequeño grupo de soldados, Lance ha de defender un fuerte abandonado hasta que lleguen refuerzos. El grupo elegido por el capitán lo forma una mezcla de descontentos, desertores, psicópatas, borrachos y cobardes.