Terence McDonagh, detective de homicidios del Departamento de Policía de Nueva Orleans, salva a una persona de morir ahogada durante el huracán Katrina, pero se lesiona gravemente la espalda. Este acto heroico hace que sea ascendido a teniente. Un año más tarde, tras un tratamiento por medicación para el dolor, es devuelto al servicio activo, pero se ha convertido en un adicto a la Vicodina y a la cocaína. Cuando una familia de inmigrantes africanos aparece masacrada, sus jefes están convencidos de que él es el tipo idóneo para encabezar la investigación. Durante la investigación el teniente Terence no dudará en utilizar su cargo para conseguir droga o sexo a cambio de favores.