La saga del rocanrol aragonés se cuenta en este filme de forma minuciosa, desde los 70’s hasta hoy, con sus héroes, caídos y malditos. Lo que vemos en la gran pantalla es una escena fértil y mutante que va de un extremo al otro: del garajeo apasionado de John Landis Fans al rollo épico-gótico de Niños del Brasil-Bunbury-Héroes del Silencio, de Tachenko a Amaral, de Las Novias a El Niño Gusano, de Telephunken (ex-Nothing) a Violadores del Verso. Vamos, para salir, sale incluso Labordeta (que era fan de Las Novias). ¿Y los bares? Son lugares que no se pueden menospreciar, y su papel en Aragón es fundamental, y aquí se loan todos, viejos y nuevos, de la sala Metro al BV80, del Mañana a El Sol. Porque bajo el cierzo también crecen flores; sólo hay que saber hacia dónde mirar. Es justo ahí, al otro lado.