Bill Nighy y Emily Blunt protagonizan la última película hasta la fecha de Jonathan Lynn, una comedia negra con ladrones y asesinos a sueldo, remake de la francesa "Blanco disparatado" (Pierre Salvadori, 1993).
Un veterano asesino a sueldo espera retirarse después de su último trabajo, pero cuando se enamora de una joven y atractiva ladrona olvidará sus planes de jubilación.